Personajes de Arboletes.
Actualizado: 4 nov 2020
Apropósito de los cien años de este municipio, nos dimos a la tarea de buscar personas mayores de edad que fijaron su morada en este lugar y hemos dado con una matrona que llegó aquí hace setenta y tres años.
Se trata de doña Romana Cuesta Martínez quien llegó a la edad de 18 años, hoy pasa de los noventa y tres, procedente del vecino municipio de San Juan de Urabá. Cuenta que frecuentaba esta población trayendo productos agrícolas como: maíz, arroz, yuca, ñame y otros para comerciarlos.
Es hija de Justiniano Cuesta Córdoba y Sixta Martínez Garcés. Del señor padre cuenta que fue el primer correo humano encargado de llevar y traer las cartas desde Turbo a Medellín, en dicha travesía empleaba 30 día y regreso, también repartía los mensajes a los pueblos costeros como: Necoclí, San Juan de Urabá, Los Córdoba y Puerto Escondido.
El mito que acompaña este mensajero era que de Turbo a Puerto Escondido lo hacía a pie en un día atravesando trochas inhóspitas, distintos ríos, y quebradas que en aquella época la mayor parte del tiempo permanecían crecidas por causas de las lluvias constantes.
Para proteger las encomiendas contaba con un saco encauchado (costal de tela impermeabilizado con leche de caucho), de allí su nombre, (saco encauchado).
Además de ser una buena agricultora, buena cocinera, tambien fue en su juventud bailarina y cantora de bullerengue, al lado de Margarita y Pacha Vásquez.
Esta abuela cuenta con veinticinco nietos, y siete bisnietos. A propósito de los nietos hay dos que tienen características especiales uno porque mide casi dos metros y el otro menos de un metro. Siendo hermanos de madre.
Dice doña Romana que al llegar a Arboletes solo encontró dos calles, la del Afrecho y otra, además contó que había dos tiendecitas una de José Luis García y la de Manuel Eraso.
En aquella época las fiestas la celebraban con sexteto que lo dirigía el señor Martín Pérez.
Así son la mayoría de los habitantes de este pueblo que conservan grandes conocimientos ancestrales los que poco a poco se van perdiendo con la desaparición de estos abuelos.
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