Diana, un año sin tí
- Wilger Medina Rebolledo
- 7 abr
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Por el Profesor Wilger Medina Rebolledo
Sábado cinco de abril, el reloj marca los segundos de cada minuto, los minutos de cada hora, las horas de cada día, los trescientos sesenta y cinco días, que marcan el final de cada año, pero nó, nó nos acostumbramos a estar sin ti.
Mi sobrino, Oscar David, el hijo del profesor, Nelson Torres, al lado del cofre gritaba y gesticulaba con sus manos, en un desesperado llanto, porqué, porqué, porqueeee, en una especie de reclamo, no lo entendía, días después, puso en el estado de su celular una foto donde Diana, le estaba entregando una medalla en señal de triunfo, a eso, obedecían sus reclamos.
La incertidumbre se siente en el pueblo, no hay a quien contarle las penas, “mis afugias”, diría cualquier padre o madre de familia, hacen falta sus anuncios, sus regaños a servidores públicos, en función por cumplir y entregarle bienestar a la gente, su alegría, su canto, su simpatía, su decencia, pero también su entereza y convicción de entregarlo todo.
Hoy, los Benítez, te lloran y te recuerdan más que nunca, también están de vuelta del campo santo, donde acaban de dejar al ejemplar patriarca de la numerosa y honrada familia, el Padre, el Abuelo, el campesino trabajador, también está a tu lado, y tú, al lado de Jorge Oñate, cantándole a todo pulmón el coro de esa hermosa canción, que te gustaba tanto, “Te dedico mis triunfos” y que, en tus mejores momentos la entonabas, como si quisieras que todos te entendiéramos, en tus instantes de alegría, rodeada de tus mejores amigos y amigas de un lado y de otro. “no te importaba gritar una y otra vez”, te salía del pecho, con el corazón lleno, a mil.
“Aunque soy como soy, Yo no voy a cambiar, El precio de la fama me ausenta de ti, Aunque tengo de todo, Vida por do'quier, Me acuerdo del ayer, Cuando no tenía nada”.
“Desde el día en que llegaste, Que te conocí, Te brindé mi nobleza, Te di el corazón, Y hoy que lo tengo todo, Que quieres de mí, Te regalo mi fama, Te entrego mi amor”.
“Te regalo mis cantos, Mis risas y mis alegrías, Te regalo mis triunfos, Mi alma y la vida mía”.
Y así lo hiciste con tu pueblo,
Hace mucha falta verte salir de misa, religiosamente los domingos, caminado hacia el parque principal, abrazando y dando besos a los artesanos, los campesinos, los comerciantes alegres de saber que los involucrabas en todas las actividades, el escenario lleno, por el intercambio comercial, algunos profesores te hablaban al oído, y los escuchabas, pero tu rostro se iluminaba cuando veías a un niño sonriente y como si fuera de tu entraña, lo abrazabas con ese cariño que solo las madres pueden ofrecer.
Diana un año sin ti, es una eternidad, para un territorio con un liderazgo en construcción, buscando tomar decisiones llenas de audacia y sabiduría, pero con el arrojó y la inteligencia suficiente que independicen las decisiones políticas del afán económico.
Haces mucha falta entre sus habitantes, te extrañamos, hasta quienes pensamos diferente, porque también nos hacías sentir orgullosos cuando te veíamos al lado de un funcionario dando instrucciones para que la tarea se cumpliera, o tocando puertas en una institución del órden Departamental y/o Nacional, gestionando para llevar bienestar a los tuyos, siempre pensando en tu pueblo.
Tu preocupación por los estamentos y símbolos patrios que dan identidad a tu patria chica, como los grupos bullerengueros, vallenatos, descubriendo talento, organizaciones civiles, te extrañan. El pueblo necesita izar las banderas, las insignias que nos dan identidad. Pero sin ti, no es igual.
La Iglesia y San Isidro, saben qué hace un año desfilaste por aquí, con tus esfuerzos, recorriendo tus pasos, pero sobre todo dejando huellas, también deben estar extrañando tus convocatorias.
Los medios de comunicación local están huérfanos, extrañan una información certera, transparente, sin reservas, ni egoísmo, oportuna y sobre todo llena de probidad.
Haces falta, para acompañar a una madre en la búsqueda de alimentos para su familia y darles un abrazo, repleto de besos, amor y esperanza.
Verte con la camiseta puesta, y un acumulado de mujeres encabezando las caminatas, tratando de paliar sus males, dándole prioridad a tus obligaciones y a tu pueblo, acompañando a los estudiantes saliendo de sus colegios recibiendo al mandatario departamental alzando las banderas de forma silenciosa, con determinación por sus luchas, siempre creyendo en Dios y como diciendo, “aquí estamos disponibles para sacar adelante esta sociedad”.
En los Centro de Atención Infantil te extrañan mucho, se sienten solos, tristes y abandonados, a su suerte, algunos líderes locales así lo manifiestan por las redes sociales. No hay a quien acudir, ni recibir una solución, es el decir de los usuarios.
La sonrisa de tus labios, las calorías de tus abrazos, la magia de tus saludos hace falta, ha todo un pueblo que no se acostumbra a estar sin ti.
Medellín, abril 4 del 2025
Email: wmedinarebolledo@yahoo.com
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